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viernes, 17 de junio de 2016

Criptosuma nula

Sustituya cada letra por un número del cero al nueve para que la suma sea correcta.

jueves, 29 de octubre de 2015

Del fin del mundo. From the end of the earth.

Permítanme hacer hoy una digresión nada acertijera para contarles un sucedido personal:

De lo vivido en nuestra infancia guardamos en la memoria varios tipos de recuerdos.

Algunos son cimiento de nuestra personalidad, de nuestro espíritu, y explican por qué nos gustan o disgustan según qué cosas. Están grabados y replicados de forma redundante para no perderse. Raramente manipulados, están ahí, nos hacen ser así y basta. No nos recreamos en ellos, somos ellos.

Otros son recurrentes, se repiten a lo largo de la vida. La edad y la experiencia se afanan en frenar el efecto que puedan causar en nuestro espíritu. Los reinterpretamos, los sometemos a nuestro sistema inmune para sobrevivir, para entender el mundo o para no contradecir a los anteriores.

Por último, nos quedan aquellos recuerdos, no tanto de vida como de sueños fantásticos, deseos y ambiciones que al final no fueron embrión de lo que somos en la adultez. Recuerdos vírgenes de nuestras mejores fantasías, que parecen olvidados. Son aquellos que no comprometen nuestra vida si no llegamos a cumplirlos. Sin embargo ahí quedaron flotando, a la espera de que el consciente decida liberarse de ese prurito de seguro instante de felicidad, haciendo realidad el deseo inconsciente de que ese sueño se cumpla, sea banal o sea grandioso.

Este verano he cumplido uno de estos últimos: Ir a las antípodas.

Ni el África de Tarzán de las sesiones de tarde de los sábados, ni la jungla amazónica de los misioneros del colegio, ni el lejano oeste americano, seducían a mis neuronas hambrientas de misterios y aventura. Salgari, London o Verne, en algún indefinido escenario exótico, me dejaban entrever cómo podrían ser las antípodas. Pero era mi imaginación la más creativa al inventar el mundo lejano, desconocido y necesariamente distinto, boca abajo al otro lado del planeta. Un lugar que, casi seguro, jamás conocería.

La oportunidad de conocer Nueva Zelanda eran tan importante para mí, que tenía que ir acompañado de una liturgia, de una pequeña ceremonia particular de encuentro que simbolizara de forma física el cumplimiento de esa ilusión infantil.

La suerte hizo que uno de los lugares a visitar, en el que además se ofrecía una actividad de ocio, fuera la granja taller de Steven y Robyn Martin, situada en las coordenadas opuestas exactas a mi ciudad y a no mucha distancia de mi casa. Mi teléfono me situó con gran precisión en el lugar de Vigo perfectamente “antipodal” de la granja de Barrytown.

Y aquel lugar “antipodal” en Vigo resultó ser una zona verde donde pude recoger una piedrecita que volaría conmigo al encuentro de la pareja de desconocidos que habitaban, literalmente, a la mayor distancia de mí en el planeta Tierra. 

No me planteé el poco interés que podía despertar a los señores neozelandeses la piedra de un turista llegado de Europa, o el ridículo que podría suponer presentarme como un ser raro venido de otro mundo con una modestísima piedra como regalo a cambio de llevarme otra del lugar para cerrar el círculo. Me daba igual, incluso creo que contaba con que al rato de entregar la piedra, ésta terminaría saliendo por la ventana. No era eso lo importante.

De ahí que la reacción de Steven y Robyn  me sorprendiera. Les gustó la idea, me recibieron como el vecino “de allí abajo”, de justo allí abajo”, que ha decidido saludar y pedir disculpas si es que hace ruido con los tacones… Las disculpas serán recíprocas pues estamos unidos por las suelas, nos separa apenas un planeta de nada.

Ese pequeño acto social, esa visita que cerraba y cumplía un sueño  improbable, mal definido e intrascendente, se hizo transcendente, alegre, feliz.
Al día siguiente lo contaron en el periódico local… y Steven llegó a agradecer la visita en la radio nacional neozelandesa.




Sin ser este blog un periódico ni una radio, es el mejor medio que tengo para  poder contarlo a este otro lado del globo.


Una piedra de su  jardín me acompañó de vuelta. Una joya de una rara aleación: unos buenos ”vecinos” y un sueño infantil cumplido.

We store various types of memories of what we lived in our childhood.

Some of them lie in the foundation of our personality, our spirit; they explain why we like this or dislike that. They are recorded and replicated redundantly so we cannot miss them. Rarely manipulated, they remain there, making us be what we are. It is enough. We do not amuse ourselves with them, we are them.

Other memories are recurring and repeated throughout life. Age and experience strive to curb the effect which may have in our spirit. We reinterpret them; we subdue them to our immune system to survive, to understand the world or to not contradict the first type of memories.

Finally, we have memories, not of life but of fantastic dreams, wishes and ambitions that were not the embryo of the adults we are now. Virgin memories of our best fantasies, that seem forgotten; those that do not compromise our life if we do not fulfil them. They float somewhere however, waiting for the conscious decision of getting rid of that itch of certain moment of happiness, becoming true the unconscious desire of that dream being fulfilled, no matter if banal or great.

This summer I met one of the latter: going to the antipodes.

Neither Tarzan’s Africa in the Saturday afternoon movies, or the Amazon jungle of the missionary school, nor the American Far West, seduced my neurons that were starving of mystery and adventure. In some indefinite exotic place, Salgari, Verne, London would let me caught glimpses of the antipodes. But my imagination was the most creative to invent the distant, unknown and necessarily different world upside down at the other side of the planet. A place that—I was certain—I would never know.

So the opportunity to get to know New Zealand was so important to me that it had to be accompanied by a liturgy, a small private ceremony to physically symbolize the fulfilment of that dream of my childhood.

Luckily, one of the places to visit, where a leisure activity was offered, was the farm workshop of Robyn and Steven Martin, located at the exactly opposite coordinates to my city, not far from my house. My smartphone helped me with high accuracy to find, in Vigo, Spain, the antipodes of that Barrytown farm.

And the "antipodal" place in Vigo turned out to be a green area, where I could pick up a small stone that would fly with me to meet the couple of strangers who lived the farthest possible from me on Earth.

I didn’t think in the lack of interest that those new Zealander lady and gentleman could feel towards a stone from an European tourist, or how ridicule I could be, getting there as a strange visitor from another world, with a modest stone as a gift in return to take another from that place to complete the circle. I did not care; I even thought that my stone would be thrown out of the window a few minutes later. That was not the point.

Hence the reaction of Steven and Robyn surprised me. They liked the idea, I was received as the neighbor “from down there, precisely down there”, that passed by to say hello and apologize if he is making too much noise with his shoes… The apologies would be reciprocal because the soles unite us, just separated by a planet, nothing else.

That little social event, that visit that was fulfilling an improbable, poorly defined and irrelevant dream, became transcendent, cheerful, and happy.

The next day they told the local newspaper—and Steven even thanked the visit in the New Zealand's National Radio.

http://podcast.radionz.co.nz/aft/aft-20150820-1420-roadmap_-_barrytown-00.ogg 
 (33 minutes and a half to 40)

This blog is neither a newspaper nor a radio, but it is the best way I have to tell the story at this side of the globe.

A stone from his garden accompanied me back. A gem of a rare alloy: two good “neighbors” and a child’s dream fulfilled.

jueves, 30 de julio de 2015

Pita Gomero


Adrián Paenza es un admirado periodista y matemático Argentino. Gran divulgador del placer de la reflexión y el pensamiento matemático y científico. Muy recomendable la lectura de todos sus libros y escritos.

El pasado día 12 de julio publicaba en el periódico Argentino Página 12 un artículo sobre uno de los problemitas de este blog. Muy halagado me permito compartirlo con los amigos que aún pasáis por aquí.  : PITAGÓMERO

Dos pequeñas puntualizaciones marginales sobre el artículo:

1.- El título original era pitagomero, sin tilde,  una mezcla entre Pitágoras y Gomero, al primero seguro lo conocéis, el segundo es un árbol que con los años luce tal que así:



Si bien la tilde le da al título un aire más de juego, de tablero, de reto... y por eso me gusta.

2.- En un momento dado dice “…a un joven español”,  en fin,  que también me gusta.
______________________________________________________________________________
Ese mismo "Pitagómero" lo pueden encontrar junto a muchos y mejores problemas matemáticos en el libro del Sr. Paenza: "La puerta equivocada"

viernes, 5 de junio de 2015

Dos preguntas muy dipíciles


¿En qué “sitio” el 1 es el primero de una cifra, el 592 el primero de tres cifras y el 2384 es el primero de cuatro cifras?

¿Qué número es el primero de dos cifras en ese mismo “sitio”?

lunes, 30 de junio de 2014

10 AÑOS

Hoy se cumplen diez años de esto: Bitneriaceo.
10 ¡¡ y fue... ayer.


miércoles, 12 de marzo de 2014

F1

¿Adivinan qué hará que sea un poco más interesante la F1 este año?

Más pistas aquí

martes, 29 de octubre de 2013

Test de Freudtiséis

¿Qué ven aquí?



ya ,ya lo sé, siempre pensando en lo mismo...   pero esta vez se trata de ESTO 

martes, 17 de septiembre de 2013

M I L e islas 9


ATENCIÓN : AUTOBOMBO

Esta es la entrada número 1000 de este blog.

Aunque solo sean acertijos me queda la vanidosa satisfacción de saber que prácticamente todos ellos son propios, nuevos, pequeñas creaciones resultado de un rato diario de liberar a mi mente de su cotidiana rutina y sacarla a pasear, a hacer ejercicio relajante imaginando acertijos.
Eso, por sí solo, hace que merezca la pena continuar para intentar llegar a los 2000, pero después de estar tantos años tan bien acompañado por los asiduos y  no tan asiduos a este lugar dudo que pudiera seguir publicando nada si dejan de venir por aquí.
No lo hagan. Gracias.

FIN DE AUTOBOMBO

Pero no me olvido del rebús de hoy,  que me viene bien para representar la entrada 1000,  pues cada uno de estos conos simula una de mis entradas en este blog. Para saber de qué isla se trata puede hacer dos cosas: résteles 50 ó añádales 1, de las dos maneras podrá saber de qué isla se trata.


miércoles, 2 de enero de 2013

Insistiendo

Las cuentas de la entrada anterior son fáciles de hacer con cualquier año, pero para el 2013 resultan mucho más sencillas porque todas sus cifres son diferentes, y....
¿saben ustedes cuantos años llevábamos sin que esto sucediera?

martes, 1 de enero de 2013

Feliz año Perfecto

Es un año interesante.
Fíjense:

  • Tiene el 0 el 1 el 2 y el 3.
  • Si sumamos sus dos últimas cifras tenemos el 4.
  • Si sumamos primera y última tenemos el 5.
  • Si lo hacemos con todas tenemos el 6.
  • ¿Qué ocurre si a las dos primeras: (Veinte) les restamos las dos últimas (Trece), ? si, así es; tenemos el 7.
  • Empecemos a multiplicar: la primera por la suma de las tres últimas ¿qué nos da? Sí. justo 8.
  • Ahora  sume las tres primeras y multiplíquelas por la última y tendremos el 9.
  • De la vuelta a las dos centrales y ya tenemos el 10.


Pero si quiere ver la perfección haga del cero un signo de multiplicación y dígame el resultado.
¿Acaso hay un año mejor?

¡¡¡ FELIZ AÑO !!

martes, 21 de agosto de 2012

19 hexágonos

Hoy no hay nada que solucionar, Me gusta esta imagen, cada vez que la veo la veo distinta, y la comparto por si a ustedes les pasa lo mismo.




martes, 21 de febrero de 2012

En lo alto de la escalera


Si:




Entonces ¿cuánto vale ?




Si tienes dudas es que no me conoces.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Hoy no hay acertijo


Puro relleno para terminar mañana 2011 con 208 entradas y alcanzar las del 2009 y del 2010.
Les dejo un texto del 2004

Hace algún tiempo en un afán “vanguardista” me compré unos cascos inalámbricos para escuchar música. El motivo era poder ver la televisión, escuchar música u oír la radio mientras el resto de la familia perpetraba ruidos incompatibles con la audición o bien habían decidido tener gustos musicales bien distintos a los de éste que les escribe. 

Fue comprarlos y todo el mundo veía lo mismo en la tele y escuchaba la misma música. Poco después con el cambio a una casa mas grande, los ruidos ya no se oían, con lo que aquel aparato quedo olvidado en el trastero. 

Con la casa también vino un jardincito con su césped que hay que cortar con regularidad por ello volvieron a tener su utilidad los olvidados cascos inalámbricos, evitan oír el ruido de la segadora a la vez que te proporciona una extraña sensación de encontrarte en un soleado salón de baile en la “sesión vermú”. 

Mi partenaire se deja llevar, se desliza suavemente sobre la alfombrada pista verde, dejando una estela, que según el compás y el ritmo, unos días son zigzags otro geometría pura, un tercero filigrana , en fin, todo un repertorio de rastros de corte según sean baladas, flamenco o rock lo que suena.

Hace unos días mientras cortaba el césped se terminó el disco de Annie Lennox que escuchaba y vía emisora de radio, con mejor Wi-fidelity que la del CD, entró atronador Michael Jackson. 

El cortacesped y yo nos convertimos en una maquina de danzar, nos alzábamos, yo sobre la punta de mis pies, ella sobre sus ruedas delanteras, soltaba una mano para ponerme de perfil y deslizar mis pies, giraba cuando paraba a vaciar la cesta llena, haciendo un solo. Reemprendía el baile y en el momento cumbre en el que mi mano se aferró maliciosa a todo el contenido genealógico de mi ser para culminar con el más que característico alzamiento de paquete estilo Michael , me topé de frente con la cara de mi vecino chino que no sabia como disimular la carcajada, solo dijo un “hola” con un ligero balanceo de cabeza hacia delante que interpreté como de aprobación, sin embargo el resto de la hierba que faltaba por segar quedo cartesianamente cortada.

Acabo de ver al chino con unos cascos como los míos (que manía tienen de copiarlo todo) arrancando la segadora .. no me lo pierdo.


jueves, 29 de diciembre de 2011

UE 27


Con los 27 países de la Unión Europea podemos hacer estas agrupaciones:
1- Luxemburgo, Holanda, Francia, Reino Unido, República Checa, Eslovenia y Eslovaquia
2- Dinamarca, Polonia, Malta, Austria y Letonia.
3- Alemania y Bélgica
4- Grecia y Finlandia
5- Italia, Hungría y Bulgaria
Los otros ocho países (Irlanda, Portugal, Estonia, Suecia, Lituania, Chipre, Rumanía y España) no pueden agruparse con ningún otro.

¿Bajo que criterio se agrupan así?  
(no tenemos en cuenta ni nos escudamos en pequeños detalles emblemáticos)

Para la solución díganme en qué grupo pondrían a cualquier otro país si fuese europeo.

Otra adivinanza
¿Porqué la Unión Europea nunca fue mía?


sábado, 24 de diciembre de 2011

viernes, 12 de agosto de 2011

.♪♫ Numeral, numeral.. viva la numeración ... Pavo real uuuh. ♪♫


¿Cuál es el número más grande al que la suma de los dígitos de su cuadrado da el cuadrado de ese número.?

¿Cuál es el número más grande al que la suma de los dígitos de su cubo da el cuadrado de ese número.?

¿Cuál es el número más grande al que la suma de los dígitos de ese número elevado a la  4ª da el cuadrado de ese número.?

¿Cuál es el número más grande al que la suma de los dígitos de ese número elevado a la  5ª da el cuadrado de ese número.?

Y por variar; uno subjetivo:
¿Cuál es el numero más bonito al que la suma de los dígitos de su cubo da ese número tan bonito.?

lunes, 2 de mayo de 2011

6º la 1ª, 1º la 2ª (y no es una charada)


Antes del primer 26 podemos encontrar, en este orden, un 14, un 41, un 15, un 59 y un 92.

Sí, lo sé, todos ustedes ven normal que 26 esté entre los primeros, como no podía ser de otra forma; pero :

¿dónde ocurre eso?






Cierto, sé que alguno de ustedes se está preguntando: ¿Cómo es posible que tan egregio número, aún siendo un buen puesto, este relegado al sexto lugar?

Tranquilidad amigos, si avanzan un poco enseguida verán por qué otro motivo 26 ocupa el primer lugar.  - Modestia aparte -.
 -

martes, 8 de marzo de 2011

DIDI SE ESCONDE BAJO LOS TILOS

Fotografía de calidad para almas sensibles.  Les aseguro que no hay ningún 26 ni acertijo escondido, que yo sepa, solo se debe disfrutar:


La autora: mi hija.

viernes, 21 de enero de 2011

Tenaza es tenaz tras los recortes



Tenaza es una palabra interesante, entre otras cosa el DRAE nos dice que es un instrumento de metal, compuesto de dos brazos trabados por un clavillo o eje que permite abrirlos y volverlos a cerrar, que se usa para sujetar fuertemente una cosa, o arrancarla o cortarla
le quitamos la última letra y queda:
Tenaz, que también tiene su entrada en el DRAE y la definición que más me gusta es : Firme, porfiado y pertinaz en un propósito.
Ahora prescindimos de la z  y leemos:
Tenay sí, sí tiene su propia entrada en el DRAE :Conjunto de útiles de un determinado arte de pesca.
Sustraemos su letra final y llegamos a:
Ten  que aparece como entrada en el DRAE 2.ª pers. de sing. del imper. de tener).
~ con ~.loc. sust. m. Tacto o moderación en la manera de tratar a alguien o de llevar algún asunto.

Eliminamos la n y tenemos:
Te  que es bien conocida entrada del DRAE entre otras cosas como el nombre de la letra t.
que es justo lo que nos queda al eliminar la e:
T y el DRAE de ella dice que es la vigésima tercera letra del abecedario español, y vigésima del orden latino internacional, que representa un fonema consonántico oclusivo, dental y sordo. Su nombre es te.

Interesantes palabras de 6 o menos letras que tengan esta propiedad no son difíciles de encontrar pero con 7 o más es lo que hoy tratamos de buscar. Como siempre cada palabra debe tener su propia entrada en el DRAE.

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